martes, 29 de mayo de 2012

POCAHONTAS





Una hermosa mañana, la princesa Pocahontas jugaba con sus amigos, el mapache Miko y Flit, el colibrí. De pronto, observó que una extraña nave se acercaba a la costa, muy cerca de su poblado.
Desde una roca, Pocahontas pudo contemplar cómo muchos hombres blancos bajaban de aquel barco. Iban cargados de palas y picos. Aquellos hombres buscaban oro, y parecían dispuestos a destruir todo a su paso con tal de conseguirlo.
Pohatan, el padre de Pocahontas, y los otros guerreros de la tribu sabían ya de la llegada del hombre blanco. Estaban muy preocupados porque sus tierras no estaban siendo respetadas, y los colonos se comportaban como verdaderos enemigos.
Pero un día, Pocahontas se encontró con uno de aquellos hombres blancos. El joven se llamaba John Smith. Sus miradas se cruzaron y, desde el primer momento el amor surgió entre ellos.
Pocahontas y John se sentían muy felices cuando estaban juntos. Ella quería enseñarle todo lo que conocía de aquella tierra y que resultaba tan hermoso y diferente para John.



También la Abuela Sauce, un árbol mágico de los indios, entendió que aquel joven no era su enemigo. Pensaba que, a pesar de pertenecer a mundos muy distintos, el amor podía unir a todas las razas.
Naloma, la mejor amiga de Pocahontas, veía a John como a un blanco más y temía lo que pudiera sucederle a la joven princesa. Por este motivo decidió avisar a Kocum, que se enfrentó a John Smith.
Aquella terrible pelea tuvo graves consecuencias. Kocum murió accidentalmente, y la tribu de Pocahontas condenó a John a morir al amanecer.
Pocahontas estaba desesperada. Amaba a John Smith, pero debía ser fiel a su pueblo y a los mandatos de su padre. La Abuela Sauce le aconsejó que sólo escuchara la voz de su corazón.


Así lo hizo, e impidió que John Smith muriera justo en el momento en que los colonos se dirigían al lugar de la ejecución para liberar a su compañero.
El jefe Pohatan escuchó a su hija y perdonó la vida de John para evitar la lucha. El gobernador Ratcliffe disparó contra Pohatan y John resultó herido al intentar salvarle la vida.




 Para curarse, John debía volver a Londres con sus compañeros, y tuvo que separarse de Pocahontas. Ambos pertenecían a mundos distintos.
Así, desde lo alto del acantilado, Pocahontas contempló cómo el barco que un día lo trajera hasta ella alejaba definitivamente a John Smith de su tierra... y de su vida.















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